- Año: 2016
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Fotografías:Gino Zavala Bianchi
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Es un edifico transportable construido en madera y ubicado en la Plaza Independencia de la ciudad de Concepción, Chile. El encargo realizado por la corporación de fomento de Chile CORFO, consiste en realizar un pabellón que pueda albergar actividades y exposiciones relacionadas al sector productivo y creativo de la ciudad. Tomando en cuenta que este es un sector emergente y que uno de sus principales problemas es la falta de vinculación entre ellos, se propone un espacio capaz de congregar, recibir y visibilizar este encuentro en un lugar urbano de alta concurrencia. Una vez cumplido su tiempo de funcionamiento en el espacio público el pabellón será desmontado y transportado al centro de creación y trabajo colaborativo Municipal de Concepción C3, para recibir otras actividades destinadas al programa y uso de este espacio.
El emplazamiento.
Para generar visibilidad mediante el pabellón se eligió la esquina ubicada en la intersección de las calles Caupolicán y Barros Arana en la plaza más concurrida de Concepción, un lugar popular cargado con objetos urbanos históricos, escenario de manifestaciones políticas y religiosas, un espacio público de contrastes sociales frecuentado diariamente por cientos de personas.
El Pabellón:
Un objeto extraño en el espacio público.
Un edificio temporal de madera instalado en el centro más concurrido de la ciudad, se establece sin duda como un objeto extraño, para quienes transitan por ahí. Frente a esto, la reacción natural del transeúnte es preguntarse cuál es la finalidad o el porqué de dicha estructura, más aun, hay un esfuerzo espontaneo por tratar de develar su significado.
Desde esta perspectiva, se generan una serie de interpretaciones y explicaciones espontaneas sobre cual es el significado de este objeto convertido en un hecho público. Desde la imagen de un parlante invertido, un satélite espacial, que remiten a la forma y objetualizan la construcción. Hasta la interpretación ingenua de los niños que mientras corren en el interior hablan de una casa para descansar y un circulo para jugar haciendo referencia al borde de madera que separa el centro del exterior del pabellón. Pero es la idea más recurrente, la que ha llamado más nuestra atención, esta, es la que hace referencia a la ruca, construcción vernácula del pueblo Mapuche, aborígenes del sur de Chile. Lo más particular en esta asociación es que no es directamente formal, pues la ruca es una construcción de planta ovalada cerrada en sus bordes con solo dos entradas, posee al interior un fogón que expulsa el humo por dos pequeñas aberturas en la parte superior. De acuerdo a esto se contrapone con un pabellón evidentemente abierto con 10 entradas, totalmente de madera y abierto al cielo en su centro.
Materiales y estructura.
En nuestra cultura una construcción de madera genera cercanía, más aun, una cercha desarrollada con madera en bruto, es un signo de precariedad y de auto construcción. Estos elementos son la manifestación de una intervención con recursos justos, que busca explicitar el desarrollo preciso en procesos constructivos sintéticos despojados de adornos y elementos superfluos e innecesarios al momento de concretar una construcción de este tipo. Estos elementos son interpretados como algo cercano, relacionados con lo primitivo. Quien entra imagina que esto lo podría hacer con sus propias manos, no hay tecnologías extravagantes ni ajenas. Pareciera que todo lo que esta ahí frente a sus ojos no es mas que la reinterpretación de formas constructivas que han estado siempre presentes en nuestra cultura.
La pre fabricación
El proceso constructivo de la obra consiste en el desarrollo de una serie de elementos prefabricados compuestos por piezas de menor envergadura. Estos elementos compuestos son: cerchas, pisos y revestimientos, además de una serie de piezas individuales como diagonales y largueros. Para la construcción de las cerchas, los pisos y los revestimientos se desarrollaron una serie de matrices de gran escala, sobre las cuales se fueron armando de manera seriada la totalidad de los prefabricados. Las ventajas que genera la producción en base a matrices de armado entrega como resultado un procedimiento mecánico que disminuye los tiempos de trabajo y no requiere mano de obra especializada para su implementación.
Una vez construidas las unidades de prefabricación, el pabellón se monta, se verifica el calce de cada pieza y a la vez se realiza el proceso de rotulado de sus partes, para luego ser desarmado y almacenado para su traslado y posterior instalación en su destino temporal ubicado en el centro de la ciudad.Luego de aproximadamente 30 días el pabellón retorna al centro de creación C3 y permanece allí de manera indefinida.